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EL ACERO VENCE AL HORMIGÓN

 

 

 

La idea de juntar en un mismo diorama unos soldados, un carro de combate y un búnker de hormigón la tuve por vez primera hace mucho tiempo, pues siempre me han interesado tanto los tanques como las pequeñas fortificaciones de campaña, pero no acababa de tener clara la estructura y los distintos elementos a incluir. Por fin un día me decidí y me puse manos a la obra de este complejo diorama.

 

 

La acción se sitúa en las últimas semanas de la guerra, a finales del verano o principios del otoño de 1918. Alemania ya está derrotada y sus rivales van ganando terreno y haciéndoles retroceder, y ni siquiera las poderosas líneas fortificadas alemanas son capaces de resistir esta última fase de la guerra, una guerra de movimientos que ya no tiene que ver con la guerra de trincheras que durante tantos años se ha vivido en el Frente Occidental.

 

 

La escena representa la rendición de uno de los numerosos puntos fuertes de resistencia alemana ante el avance de los blindados franceses: el único alemán superviviente del búnker se rinde a la entrada del refugio ante un carrista francés que avanza hacia él pistola en mano, mientras otro tanque contempla la escena desconfiado y se ocupa con su ametralladora de que el alemán no haga “nada raro”. El diorama incluye un carro de combate, cuatro figuras y el escenario, cuyo elemento principal es el búnker, además de otros elementos como muebles, una ametralladora, alambradas, sacos terreros, carteles, etc.

 

Por supuesto, deberemos de proveernos de toda la información útil que podamos reunir sobre los distintos elementos del diorama: uniformes, armamento, camuflajes, etc., además de ser lo más fieles posibles al momento y lugar de la escena representada.

 

Las figuras

 

Se han incluido cuatro figuras: un soldado alemán rindiéndose, un tanquista francés tomando su rendición y dos muertos alemanes (uno dentro del búnker y otro fuera).

 

 

 

El tanquista francés está hecho partiendo de una figura del kit “German Assault Troops” de ICM. Se le ha quitado la cabeza y se le ha puesto una de Hornet, los brazos son del propio kit, la pistola es una Colt 1911 de Tamiya que se ha acortado un poco para sí convertirla en una Ruby, la pistolera es una de ICM acortada y la lata de la máscara antigás es una alemana de Tamiya acortada también. Se le ha limado la guerrera y con cinta de PVC se ha hecho la chaqueta cruzada de carrista francés, y con el mismo material se realiza el pequeño galón de oficial que lleva en las mangas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El alemán rindiéndose es del kit de Dragon “Georgian Legion”. Además de desbastarle la guerrera y rehacérsela con tiras de PVC de distinta anchura (sin olvidar los botones, que son de estireno), se le han desbastado las pantorrillas y se le han hecho las polainas (con PVC también). La cabeza es de Hornet, las cartucheras de Dragon y la funda del machete de ICM.

 

 

 

 

 

 

 

 

El muerto fuera del búnker está hecho a partir de una figura del kit de Master Box “German Panzergrenadier”. La figura original tiene las piernas en el suelo y el tronco levantado y parcialmente girado a un lado. Lo que hice fue serrarla por la entrepierna y adaptar así las dos piernas para que estuvieran totalmente en el suelo, además de desbastar parte del torso para que estuviera hacia abajo. Hice un rebaje en el tronco para que la figura pueda meter parte del brazo derecho, como si hubiera sido herido mortalmente en el estómago e intentara agarrárselo con la mano derecha. El brazo izquierdo (que es de Tamiya, salvo la mano de Model Cellar) está tendido fláccidamente en el suelo. Todo el trabajo sobre la figura origina numerosas holguras que cubrí con “putty”. La cabeza es de Hornet, el casco de ICM, la cartuchera y la “bolsa del pan” de Dragon.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El muerto del búnker está hecho con una figura del kit “German Sturmtruppen” de Italeri. Como tenía que representar un muerto y la figura original representa un herido, le serré la entrepierna y se la abrí un poco, también le corté las botas abriéndole de este modo los pies (podéis hacer la prueba como yo la hice: tendeos en el suelo y relajad por completo las piernas, veréis como los pies caen hacia los lados abriéndose mucho). Le desbasté el tronco y se lo giré hacia un lado un poco. Le corté la cabeza y se la puse de lado pegada al suelo. Los brazos se lijaron por abajo para adaptarlos al suelo y son del kit “German Rest Camp” de Italeri y las manos de Dragon. Casi toda la figura está cubierta por una manta (está muerto, no lo olvidemos) que se hizo con papel encolado, de forma que sólo se le ven parte de las piernas y un brazo.

 

 

 

El tanque

 

 

 

En otro artículo ya se describió el montaje del Renault FT de RPM, así que aquí sólo  describiré el resto del trabajo. El carro lleva dos complementos: el cable de arrastre y una cadena. El primero es un trozo de cordón de algodón “bañado” en cola blanca diluida, con lo que así eliminaremos pequeñas fibras del algodón y le daremos “cuerpo” al cable; una vez cortada la longitud requerida, hacemos dos lazos en los extremos y los fijamos con un poco de cinta de PVC. El trozo de cadena es de Verlinden.

 

El esquema de pintado tricolor es el habitual para este carro y este período de la guerra. Como únicos distintivos lleva en los laterales el número de serie, que es una calcomanía de Black Lion Decals, la cual me dio bastantes problemas, pues además de ser algo traslúcida no se podía pegar por sí misma a la superficie del carro, con lo que hubo que usar pegamento.

 

El barro seco adherido al vehículo es simple pasta Das texturizada con un cepillo de dientes.

 

El escenario

 

La base del diorama es una chapa de madera de 30 x 30 centímetros (el que sea un cuadrado resultó una coincidencia fruto de la distribución de los distintos elementos, no fue algo buscado). Como el elemento principal del escenario es el búnker, fue lo primero que se colocó.

 

 

El búnker realizado en escayola lo diseñé partiendo de una fotografía de época de uno muy similar. En la foto no se podían apreciar ni su tamaño exacto ni los espesores de suelo, techo o muros, así que usé el sentido común y numerosos diagramas y planos de otros refugios alemanes de la época. La planta es octogonal regular, teniendo un lado exterior de 85 milímetros, siendo los grosores de techo, muros y suelo de 30, 30 y 15 milímetros, respectivamente. Dispone de troneras en las esquinas orientadas hacia el enemigo (más anchas en la parte externa que en la interna, lógicamente) y la puerta es un simple hueco rectangular en la parte trasera.

 

 

 

La construcción de estructuras en escayola ya se explicó en otro artículo. Sólo añadiré que este búnker se hizo sólo en dos piezas: una el suelo (una simple placa plana) y la otra todo el resto. Hubiera sido más sencillo hacerlo en varias piezas, pero no quise arriesgarme a que las juntas no se pudieran tapar adecuadamente o que no ajustaran bien en el momento del montaje. Un elemento problemático fue la realización de las troneras y la puerta, que se realizaron introduciendo dentro del molde sendas cuñas, las cuales resultaron difíciles de extraer en el momento de desmoldar. Por supuesto ambas caras del molde (externa e interna) se recubrieron de tiras de estireno para que simularan las marcas que el encofrado de madera dejaba en el hormigón.

 

 

Una vez bien seca la escayola, rellené con Das las pequeñas “heridas” del desmoldeo, pegué las dos piezas con pegamento epoxy (tapando la junta con “putty”) y le di una capa de “putty” de Tamiya diluido a modo de imprimación antes de pintar.

 

 

 

Los refugios de hormigón se solían cubrir con tierra o vegetación para así camuflarlos frente a la observación aérea. Así, nuestro búnker está cubierto con una capa de tierra que, para que no se derrame con la primera lluvia, está contenida con un cercado de sacos terreros.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Coloqué el búnker en su sitio y alrededor de él hice el relieve básico que luego cubrí con una capa de Das. Sobre ésta se colocó la capa definitiva de Das que se texturizó con cepillo de dientes y piedrecitas (como ya se ha explicado en otros artículos), y en la que se pincharon o sobre la que se colocaron  estando fresca  los distintos elementos del escenario.

 

Los sacos terreros están hechos con plastilina y papel. Se hace la forma base con plastilina a la que se da la forma adecuada, y se cubre con papel tissue (el de los pañuelos de papel) pegando los extremos de forma que quede una especie de “plastilina embolsada”. Conviene que los extremos pegados queden en una parte no visible o, si están muy bien hechos, emplearlos como costuras del saco. El extremo abierto de la bolsa que tenemos sólo hemos de cerrarlo retorciéndolo un poco y asegurándolo con un hilo, lo que producirá unas arrugas en el saco bastante naturales. Sólo nos resta cortar el papel sobrante. Como la plastilina no se seca, podemos hacer más arrugas con la punta de un palillo si hace falta o modificar ligeramente su forma para adaptarla mejor. Una vez colocado en su sitio, conviene antes de pintarlo aplicar con un pincel sobre el saco de papel una capa de pegamento de cianocrilato, para imprimar y rigidizar el saco.

 

La chapa ondulada se hizo como ya se indicó en otro artículo. Los postes para sostenerla son de Tamiya.

 

La ametralladora MG 08/15 es de construcción propia. La hice partiendo de una MG 08 de Tauro, recortándole dos trozos del cajón de mecanismos, colocándole una culata hecha de lámina de estireno y un pistolete procedente de otra ametralladora. El bípode lo hice con lámina de estireno y la conexión para la manguera con un trocito de varilla del mismo material.

 

 

Las granadas de mano alemanas también son de construcción propia. Una vez tenemos todas las dimensiones de la granada que queremos hacer, se toma una varilla de estireno de la longitud y grosor adecuados. En uno de los extremos (la cabeza de la granada) se enrolla una tirilla de cinta autoadhesiva de PVC de ancho adecuado hasta conseguir el diámetro requerido. Con un trocito de lámina de estireno hacemos el clip de enganche. Se lima un poco el resto de la granada para que el mango no quede del todo cilíndrico y en el extremo opuesto a la cabeza enrollamos una tirilla de PVC para hacer el tapón. Ya sólo nos queda cubrir con un poco de “putty” diluido las minúsculas holguras que hayan quedado.

 

 

La alambrada es de Hudson & Allen Studio y los postes que la sujetan son de fabricación propia. Los hice doblando una varilla metálica del grosor adecuado y clavándolos en el suelo, de forma que su altura máxima fuera de unos 32 milímetros aproximadamente. El alambre se pasa simplemente por los agujeros de la varilla, asegurándolo con pegamento.

 

 

 

 

 

 

La vegetación es de Mini Natur y se pega directamente con cianocrilato sobre la pasta Das seca. La busqué de forma que concordara su color con el de la época en la que transcurre la acción. Su distribución no es al azar: la zona donde se ha levantado el búnker recientemente no puede tenerla, es más abundante conforme nos alejamos de él y es ahora cuando la “mancha verde” del terreno empieza a extenderse hacia la zona donde el terreno ha sido más removido. Conviene ensuciarla con un poco de “pincel seco” color tierra para darle su acabado final.

 

Y respecto al resto de elementos, los tablones son palillos cortados, las ramas y restos de árboles son ramas de tomillo, la mesa es de Italeri, los cuchillos de Verlinden e ICM, los carteles de Dio-Art y las herramientas de Plus Model.

 

Para ver todas las fotos del diorama pinchar aquí