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CASI NATURALEZA MUERTA
Hace algún tiempo estuve admirando varios vídeos de Youtube en los que un artista asiático mostraba la realización de diversos dioramas de tema fantástico o mitológico, nunca militares, en los que siempre tenía un papel destacado la presencia de agua, de mucha agua. La presencia de agua en dioramas militares resulta bastante infrecuente y suele limitarse a pequeños charcos en la tierra de nadie, y nunca marcando el líquido elemento uno de los límites del escenario. Me fascinó la idea de una gran superficie encharcada que delimitara la escena. Yo ya había hecho dioramas con charcos, pero nunca uno en que éstos tuviran una presencia destacable en el escenario. Mi diorama debía, por tanto, de tener agua y ésta había de ser algo importante en el escenario.
Por otro lado, hacía tiempo que tenía en la cabeza dos imágenes de época de soldados de la Gran Guerra. Ambas resultaban algo chocantes y pertenecían a soldados belgas, y en ambas iban protegidos por corazas italianas del modelo Farina. Nunca había visto un diorama a escala 1/35 con soldados belgas de la etapa final de la guerra, así que hacer uno con un soldado belga o con varios sería algo novedoso, y si además iban protegidos por esas corazas italianas de aspecto medieval, pues la originalidad sería mayor.
Agua, soldado belga con coraza... Faltaba algún elemento más, algo que añadiera má originalidad a la escena. Algo medio sumergido en el agua, por ejemplo. Se me ocurrió un cañón o un mortero pesado, pero al final me pareció más original emplear uno de esos elementos fundamentales en todo ejército en campaña y que no suele resultar tan recurrente en los dioramas militares: una cocina de campaña.
Ya tenía los tres elementos que iban a definir la obra: mucha agua, algún soldado belga con coraza Farina y una cocina de campaña abandonada y medio hundida. Tras pensarlo un poco, la distribución de los espacios y elementos quedaría así: un soldado belga avanzando cautelosamente por una tierra de nadie embarrada y devastada por los bombardeos, atravesando una especie de camino entre dos grandes charcos, rodeado de toda clase de restos y observando con cautela el cuerpo de un enemigo caído. Para aumentar la sensación de desolación y deshumanización de la guerra, el terreno sería de un color de barro negruzco y las figuras irían provistas de máscaras antigás.
Me equipé con toda la documentación que pude encontrar sobre cocinas de campaña alemanas, los uniformes, las armas, la coraza Farina y empecé a trabajar.
Las figuras
Son dos las figuras del diorama: el zapador belga avanzado y el infante alemán caído. Podía haber añadido más figuras, pero hice un cálculo de la cantidad de trabajo que tenía por delante y decidí que más de dos añadirían una cantidad de trabajo excesiva.
El belga se realizó a partir de una figura del kit 3518 de infantería alemana de Master Box. Escogí la figura por la pose de avance con cautela y a partir de ahí comencé a realizar mi soldado belga "acorazado". Los brazos se sustituyeron por otros más adecuados del kit 35177 del mismo fabricante. Se lijó toda la figura para eliminar el uniforme original y se le hizo otro a base de cinta de PVC. Las botas altas de goma para terreno embarrado se realizaron lijando las piernas y haciendo las nuevas botas altas con cinta fina de PVC, tiras muy finas de estireno y "putty". La cabeza se sustituyó por otra con máscara y casco de ICM (intenté realizar el casco Farina, para que así el conjunto resultara más completo, pero me resultó del todo imposible). La armadura Farina se realizó con lámina de estireno. El fusil es del mismo kit que el casco. La pala y la cizalla son también de ICM. Todas las correas y cintas se hicieron con lámina de aluminio.
El soldado alemán resultó mucho más sencillo. Es una figura en resina de un alemán de la Segunda Guerra Mundial de marca desconocida que tenía en esa caja de cosa varias y viejas que tiene todo modelista. Le lijé la guerrera y con PVC y aluminio se la alargué, le hice el flap que cubre los botones y también los bolsillos. La cabeza se sustituyó por una de ICM. De la misma marca son su fusil, las cartucheras, el machete y la granada.
La cocina
No me fue difícil encontrar una cocina de campaña alemana a escala 1/35. Lo difícil fue encontrar una realista y de buena calidad. Me dejé engañar por la ilustración de la caja de la cocina alemana de la marca IBG Models. La ilustración es perfecta y retrata a la perfección una cocina modelo 1914. Por desgracia, lo que se encuentra al abrir la caja y examinar el kit no se parece mucho a la ilustración. El ilustrador acertó con el modelo correcto, pero por desgracia para mí el fabricante no.
Tuve así que buscar otro kit y lo encontré con Plus Model, cuyo kit en resina y fotograbado es muy bueno. Sólo tuve que mejorarlo un poco añadiendo el freno con su manivela, el grifo y poco más.
El escenario
El diorama es de base rectangular, de 23 x 17 cm. El relieve básico se construyó con poliestireno expandido sobre una placa de cartón pluma de 27 x 21 x 0,5 cm. El poliestireno se cubrió con pasta celulósica Das y los cuatro lados verticales con lámina de poliestireno. Las zonas de los charcos debían de impermeabilizarse, lo que hice con pegamento epoxi de Araldit.
El terreno de barro medio seco se hizo con barro acrílico de Vallejo, mezclando barro ruso y barro europeo en diversas proporciones, completando la mezcla con las ramas naturales, que son ramitas de tomillo. Los dos árboles destruidos son de la marca Reality in Scale, y resultan imprescindibles para que el diorama gane altura y elimine la sensación de planeidad que tendría sin ellos.
El agua
Creo que merece la pena que nos detengamos un poco con el asunto del agua.
El agua se realizó con resina epoxi transparente. Yo utilicé Magic Water del fabricante Unreal Details. Usé esta resina porque pequé de conservador, ya que era la resina que había empleado en otros dioramas en pequeños charcos. Es un buen producto pero algo caro y estoy seguro que hay muchas marcas muy similares y más baratas. Dada la importacia que iba a tener en este diorama y que si cometía un error importante una vez seca en el escenario todo el diorama quedaría arruinado, hice muchas pruebas y experimentos, y de todos ellos obtuve varias lecciones que no me enseñaron en ningún vídeo tutorial, pues es bien sabido que quienes hacen esos tutoriales nunca lo cuentan todo. Esto aprendí:
1) La resina tarda varios días en secarse.
2) Hay que impermeabilizar y sellar hasta el más mínimo resquicio por donde puede meterse la resina. El espacio entre el encofrado y las paredes del diorama se sellan con resina transparente y no se vierte la mezcla definitiva hasta que esté todo bien sellado y seco.
3) Al mezclar la resina se producirán burbujas. La única forma de eliminarlas es que la capa de resina no tenga más de 2 cm de espesor. Si tiene más, el endurecimiento de la resina evitará que las burbujas suban hasta la superficie y quedarán así atrapadas dentro de la mezcla.
4) No se debe de introducir en la resina nada que sea poroso. Todos los elementos que se metan en la resina han de estar impermeabilizados o ser no porosos. De otra forma, generarán burbujas.
5) Cualquier encofrado para la resina le quitará su brillo narural y se pegará a ella en mayor o menor grado, excepto el polipropileno, que es el material ideal por ser completamente refractario a la resina.
6) La resina puede teñirse con cualquier pintura al aceite. Yo usé esmalte.
7) El teñido con el esmalte, aunque sean sólo un par de gotas de pintura, vuelve a la resina mate. Por ello, una vez seca, será necesario aplicar a pincel una capa de resina transparente.
8) En la práctica, resulta imposible hacer un espesor de resina de forma que la parte del fondo sea más oscura o turbia que la parte de la superficie, porque supone verter capas de resina con tonos diferentes (más oscuro el primero y más claro el último) y el resultado sería un charco con franjas de diferentes tonos claramente diferenciadas.
9) Dentro de la resina teñida apenas se puede ver nada, más que formas indefinidas. Si se quiere distinguir algo, ha de estar cerca de la superficie.
10) El menisco que forma la resina vertida con el encofrado es importante. Una vez desencofrada, el menisco tendrá que lijarse y, posteriormente, darle a pincel una capa de resina transparente.
Así pues, la forma de proceder fue la siguiente: impermeabilicé con pegamento epoxi la base que estaba cubierta con pasta Das y pinté con color tierra oscuro, a continuación encofré los laterales con polipropileno y sellé las juntas con resina transparente, coloqué los diferentes elementos que la resina iba a cubrir (cocina, chapas metálicas, etc.), hice la mezcla de la resina con su catalizador y añadí unas gotas de esmalte color tierra, vertí la mezcla hasta la altura deseada, durante el tiempo en que la resina estaba fresca fui retirando con un palillo las burbujas que iban subiendo a la superficie, y una vez seca la resina, desencofré, lijé el menisco hasta dejar un ángulo de 90º y le di a las superficies una capa a pincel de resina transparente.
Otros elementos del escenario
Los sacos terreros se moldearon con pasta Das, tal y como ya se explicó en este artículo.
Como ya se ha indicado, los dos árboles son de Reality in Scale y las ramas caídas son tomillo natural.
La ametralladora MG08 es de Criel Model. Es un kit en resina muy antiguo y hace años que está fuera de producción. Es un kit muy bueno y sólo tuve que detallarlo mínimamente.
La ametralladora Hotchkiss es de Calibre 35 y es una pieza muy buena que se monta sin problemas.
La chapa ondulada la hice como siempre, en este artículo se explica perfectamente.
El alambre de espino se hizo con hilo de cobre de 0,10 mm. Su construcción es sencilla, aunque algo tediosa. Se trenzan dos hilos de cobre y a continuación, para hacer cada doble lazo, se toman dos hilos, se les dan tres vueltas alrededor de los dos trenzados anteriormente, se pega con una gota de cianocrilato el lazo y se recorta el sobrante de los cuatro hilos del lazo. Y así con todos los lazos de cada trozo de alambrada.
Las piquetas que soportan el alambre de espino se hicieron también con cobre, concretamente con hilo grueso de 0,50 mm. Basta tomar un trozo recto y doblarlo 360º alrededor de una varilla de acero fina (yo usé una broca fina). Las dobleces se hacen tres o cuatro veces por varilla y cada 10 mm aproximadamente. Conviene señalar que, una vez terminada una piqueta, conviene abrir un poco cada lazo, es decir, separar el lazo del tramo recto de la piqueta. Esto hay que hacerlo para poder pasar la alambrada, pues de otra forma resultará imposible. La realidad (que yo mismo ignoraba hasta documentarme para este diorama) es que el alambre no se pasaba realmente por las piquetas como el hilo por el ojo de una aguja, sino que, al tener un espacio entre el tramo recto de la piqueta y el lazo circular, el alambre de espino simplemente se colocaba apoyándolo en la parte doblada de la piqueta.
Pinturas y barnices
La pintura empleada en este trabajo fue siempre esmalte, tanto de Humbrol como de AK Interactive. Los barnices fueron de Humbrol y de Marabu.
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